lunes, 21 de septiembre de 2009

Futuro para Opel en Figueruelas

Los problemas que actualmente tienen General Motors y Opel son clara muestra de la crisis que vivimos; la caída de la demanda, el freno del consumo y una gestión de la multinacional excesivamente "alegre", tiene estas consecuencias; en casi todo el sector del automóvil y sobre todo en las plantas americanas y europeas se dan situaciones parecidas. Figueruelas es una planta que por su dimensión y dependencia exterior ha pasado por numerosos cambios desde su implantación hace ya más de 26 años. Una fábrica que se diseñó para producir 276.000 unidades del modelo Corsa, ha fabricado más de diez millones y ha impulsado un cambio importantísimo en el desarrollo industrial aragonés. Quizá también un excesivo peso en su economía.

Desde la pionera implantación del turno de noche en 1988 con la cota más alta de empleo (cerca de 9.500 trabajadores ) hasta hoy, se han sucedido numerosos problemas y reestructuraciones, el proyecto Olimpia que supuso el cierre de una de las plantas de Lutton (Reino Unido), los recortes del 2004 con la salida de 12.000 trabajadores, 10.000 de ellos alemanes y 618 aragoneses, la crisis que aquí sufrimos para conseguir la fabricación del Meriva en competencia con la planta polaca, que se resolvió favorablemente para nosotros y está atado con los 200 millones de euros que el gobierno aportó como avales.

ESTOS Y OTROS ajustes no han impedido que ésta sea la fábrica de General Motors más competitiva de Europa y probablemente del mundo. Con 2.000 trabajadores menos que en 1988, casi se está duplicando la producción y con el 13% de la plantilla en Europa se produce el 28% del total de unidades de Opel Europa. En un cuarto de siglo cualquier problema de Opel ha repercutido en Aragón, porque el efecto inducido sobre las 94 empresas de componentes y sus cerca de 15.000 empleos, es enorme.

Por eso vivimos la situación actual con preocupación. Sabiendo que en estos años, los sindicatos, los trabajadores y las instituciones han sido muy conscientes de lo que nos jugábamos y hemos "remado" casi todos en la misma dirección. Estoy convencido de que superaremos esta crisis y no entiendo el catastrofismo de tertulianos, "opinadores de todo", y algún medio de comunicación. Sí comprendo, aunque no comparto, el uso partidista que algunos hacen, porque cuando la política deja de ser el medio para mejorar la sociedad, se convierte en un instrumento de subsistencia que lleva a buscar responsabilidades en los demás de las incoherencias propias.

La solución presentada con el plan industrial de Magna levanta recelos en Aragón y en el Gobierno de España, por eso se ha trabajado conjuntamente con los sindicatos en opciones más flexibles; se ha hecho y se sigue haciendo, con rigor, seriedad, discreción y perseverancia. Al final la solución preferida por Merkel se ha impuesto. ¿Por qué?

MÁS DEL 50% de los trabajadores de Opel son alemanes. Tiene cuatro factorías; Aragón, una. Los centros de influencia estratégica, motores, diseño, publicidad, ingenierías... etc, radican allí. La marca forma parte de su historia y está en el ADN de ese país. Superar todo ello es tarea de titanes. Si a esto añadimos su vulnerabilidad por estar en quiebra técnica y las estrategias geopolíticas de los conservadores alemanes, tendremos la respuesta. Poniendo en valor la productividad, la responsabilidad sindical y el apoyo institucional, estoy convencido de que hay margen para negociar un plan industrial menos rígido; que garantice como contrapartida más empleo y más producción en la planta. Este envite hay que pararlo sin fisuras, sumando, orillando particularismos, apostando porque la solución tenga un alto componente empresarial. Hoy día no hay negocio que pueda sobrevivir sino es competitivo y para ello no sirven soluciones exclusivamente políticas.

El acuerdo con Magna es muy frágil, la empresa austrocanadiense tendrá que valorar también las contradicciones que le supone trabajar componentes para otras marcas del sector al tiempo que desarrolla la suya. De la misma manera que resulta extraño el papel de las entidades financieras rusas a través del banco Sberbank. ¿Cuántos recursos van a aportar para desarrollar el plan industrial y las inversiones que lo acompaña?

(Publicado en El Periódico de Aragón, el 21/09/2009)

Foto: El Periódico de Aragón. Manifestación apoyo Opel 20/09/09

lunes, 7 de septiembre de 2009

IMPUESTOS

En este país de polémicas, cuando acaba el verano aparece una nueva que sin duda tiene enorme transcendencia, los impuestos: subirlos cuando tenemos menos ingresos, el gasto se incrementa y las necesidades crecen, parece lógico; pero éste es un tema tabú para la derecha ,todos los conservadores homologados al Partido Popular se oponen por principios, es más los consideran el mal de la economía. Personalmente considero que George Lakoff expresa perfectamente el significado y papel de los mismos "Los impuestos son las cuotas que se pagan para vivir en una sociedad civilizada como ésta". Están íntimamente relacionados con la democracia, la igualdad de oportunidades, la utilización de infraestructuras, autovías, internet, medicina, sanidad, educación, comunicaciones... todo eso depende de los impuestos y tener derecho a su uso en igualdad, es parte esencial del sistema democrático.

Los impuestos son una buena inversión para el futuro, es más defraudar no solo arrastra un problema fiscal también de ética ciudadana; ¡cuantos patriotas tiene este país clamando por la mañana contra el gobierno por las medidas de reactivación económica y evadiendo impuestos por la tarde!. Es más, infinidad de ricos lo son utilizando lo que anteriores contribuyentes han pagado, por lo tanto nadie se escapa a la deuda con los contribuyentes de este país, porque estamos invirtiendo en el futuro a través de los impuestos. A nadie gusta pagarlos, hacerlo cuesta a algunos más dolores que ir al dentista, pero una vez hecho, nuestro compromiso con la comunidad a la que pertenecemos aumenta y nuestro papel como ciudadanos se desarrolla plenamente.

La crisis nos lleva a replantear la fiscalidad de nuestro país, como lo han hecho la mayoría de países desarrollados, la caída de ingresos y el aumento de gastos, está minando el equilibrio presupuestario .Para seguir prestando las políticas sociales, las inversiones en infraestructuras y las ayudas a la reactivación económica, es preciso revisar la cesta de impuestos. No se puede tener buenas infraestructuras, potentes ayudas a las empresas y servicios gratuitos para todos, con impuestos bajos. Afirmar eso es hacerse trampas en el solitario o confundir intencionadamente a los ciudadanos; eso lleva siempre al recorte de prestaciones condenando con peores servicios a los más débiles.


EL ARGUMENTO de que la mejor política social es el empleo, repetido por Cristóbal Montoro y Mariano Rajoy constantemente, es una falacia; porque mientras se recupera empleo, cuales son sus propuestas, ¿los parados deben tener la actual cobertura? Eso cuesta aproximadamente 36.000 millones de euros, casi el 50% más de lo presupuestado, ¿de dónde salen? Si no hay recursos no hay prestaciones ¿rebajarlas es la opción del PP? si es así que lo digan, porque hay una experiencia de su gestión en la que llegamos a tener una cobertura de los parados por debajo del 50% (ahora está por encima del 75%), el gasto social se desmoronó, las transferencias de servicios a las comunidades autónomas se hicieron mal dotadas, la congelación por tres años de los sueldos de los funcionarios y la pérdida de poder adquisitivo de una parte importante de los asalariados, supuso transferencias de rentas del trabajo a las del capital que todavía venimos arrastrando .

En comparación con los países de la UE, tenemos margen para incrementar impuestos, el peso de la presión fiscal sobre el total de nuestra economía, era el 37% en el 2007 y el 32% en el 2008 frente a un 40% de media europea. Si como parece no habrá modificaciones en el IRPF y las rentas más altas no tendrán incrementos fiscales, los márgenes se van acotando y solo queda la revisión de algunas figuras novedosas como la de los 400 euros, la ayuda al fomento de la natalidad, el impulso de la fiscalidad verde y recuperar el impuesto sobre patrimonio: Son actuaciones puntuales, para cuadrar los Presupuestos del Estado del 2010, ante un momento de caída de ingresos y de crecimiento del déficit que no van a resolver la injusticia que supone la dualidad fiscal española con un 43% de tipos máximos para las rentas del trabajo y del 18% para las del capital.

A eso hay que añadirle el incremento de la lucha contra el fraude y la economía sumergida, una tentación histórica que en épocas de crisis aumenta ,pudiendo tener incluso la complicidad social cuando se pone por el medio empleo y continuidad de empresas. Hay que evitar la parodia del Roto que en su viñeta diaria presentaba gráficamente un diálogo de dos ricos, diciendo uno "!pagar impuestos es de pobres!" le contesta el otro "a menos que te salga a deber".

(Publicado en El Periódico de Aragón, el 6/09/2009)