viernes, 20 de junio de 2008

400 Euros, una medida en apoyo de los ciudadanos y ciudadanas.

Desde el comienzo de la legislatura han sido múltiples y variadas las medidas que ha tomado este gobierno para favorecer el impulso de la economía. Aunque muchas de ellas tienen carácter inmediato, hay otras en las que sus efectos serán percibidos a medio o largo plazo.

Entre las de aplicación inmediata hay que destacar la Rebaja del IRPF, la famosa medida de los “400 euros” anunciada durante la campaña electoral, que fue aprobada por elConsejo de Ministros a principios de esta legislatura.

Esta deducción de 400 euros para asalariados, pensionistas y autónomos tiene como objetivo aumentar la renta disponible de los hogares, impulsar la demanda y aliviar los efectos negativos que los aumentos de precios y de tipos de interés está teniendo sobre la renta de las familias. En total 5.700 millones de euros que se van a ahorrar el conjunto de los contribuyentes.

En Aragón, esta inversión supone un reporte de 230 millones de euros, incrementando las nóminas de más de 572.000 personas. Este aumento será de 200 euros en la nómina de julio. Los otros 200 se sumarán en el resto de nóminas hasta fin de año.

30.363 autónomos, 468.076 asalariados y 74.480 pensionistas aragoneses y aragonesas, se van a ver beneficiados por esta medida. Los efectos esperados en la economía aragonesa son similares a los del resto del Estado: una reactivación del consumo de entre el 0,7 % y el 1%. Pero más allá de cifras y estadísticas, lo que de verdad deseamos es que la situación económica de las familias se vea favorecida por esta medida. Una vez más, este Gobierno Socialista pone en su primera linea de actuación el interés por mejorar y mantener el bienestar de los ciudadanos.

jueves, 19 de junio de 2008

Concertación Social, por principios

Los que pasaron toda la anterior legislatura enmarañando la vida política a base de teorías infundadas sobre la autoría del 11-M y torpedeando la política antiterrorista del gobierno, vienen ahora a hacerse pasar por ser los únicos que se preocupan por el bolsillo de los ciudadanos. Grave desfachatez, cuando lo único que les ha preocupado en los últimos meses es la situación interna de su partido, que por encima de disputas pseudo-ideológicas, se puede resumir perfectamente en que ha sido simplemente un “quítate tú, para ponerme yo”.

Mientras tanto, quién ha hecho frente a la situación, como le corresponde, ha sido el Gobierno Socialista. El curso legislativo anterior estuvo marcado por la paz social, propiciada, además de por la buena coyuntura económica, por la “Declaración para el Diálogo Social: Competitividad, empleo estable y cohesión social” suscrita en 2004 por el Gobierno y los interlocutores sociales.

Este diálogo permanente se convirtió en el eje de la política social y laboral, que fructificó en más de 20 acuerdos, entre los que destacan el de Dependencia, Pensiones Mínimas, sostenibilidad de la Seguridad, Salario Mínimo Interprofesional, normalización de extranjeros, reforma del mercado de trabajo, formación profesional, prevención riesgos laborales, etc. Acuerdos y leyes que ahora es necesario desarrollar y poner en práctica

Pero también es necesario abordar nuevas medidas que nos permitan continuar avanzando hacia la mejora del bienestar de la sociedad española. Por estos motivos, el Presidente del Gobierno apuesta de nuevo por la concertación; prueba de ello ha sido la reunión que ha mantenido esta semana con patronal y sindicatos para dar comienzo a una nueva etapa de diálogo social.

La coyuntura económica y del mercado de trabajo no es la misma, por lo tanto el diálogo social habrá de adaptarse a nuevas realidades y situaciones, identificando como posible ámbitos de desarrollo los relacionados con el marco general para un nuevo modelo de crecimiento, creación de empleo, calidad del empleo, medio ambiente, progreso sostenible, incremento de la productividad, políticas industriales, energéticas, I+D+i, educación y formación.






martes, 17 de junio de 2008

UN PASO ATRÁS

Quienes pensamos que reducir la jornada de trabajo, mejorar las condiciones laborales, impulsar la conciliación laboral y familiar, mantener la protección social y en definitiva consolidar el estado de bienestar pasa por desarrollar la carta social europea, nos hemos dado un buen susto estos días; la aprobación de la directiva sobre tiempo de trabajo el pasado 10 de junio, significa todo lo contrario; ampliar la jornada laboral a 60 horas de promedio trimestral pudiendo llegar a 65 cuando se computa el tiempo de guardia como tiempo de trabajo, es un paso atrás propio de los aires neoliberales que recorren Europa.

La postura española ha sido de oposición a que mediante acuerdo individual entre el empresario y el trabajador pueda trabajarse más de 48 horas a la semana; porque consagraría en la legislación comunitaria una jornada de trabajo muy superior a la practicada en la mayoría de los países miembros. (En España está en 40 horas desde el primer gobierno de Felipe González.) Además supone renunciar a la negociación colectiva en aras del acuerdo individual entre empresario y trabajador con la desprotección que eso supone , el equilibrio que a través de ella se ha conseguido en los últimos cien años ha sido la base de la paz social y del desarrollo europeo . Además empeora las condiciones de salud laboral y seguridad en el trabajo y en ningún caso mejora la conciliación de la vida laboral y familiar.

La importación del liberalismo salvaje que los nuevos países están haciendo, ocasionará en el caso de esta directiva, reducción de costes laborales y por lo tanto una fuerte atracción para la deslocalización industrial. Competir con China o India desregulando y asumiendo sistemas de relaciones laborales caducos, nunca ha sido la solución, pero son las únicas recetas que la derecha neoliberal sabe practicar.