lunes, 27 de abril de 2009

Motivos para la confianza

El empleo en nuestro país tiene su peculiaridades; aumenta más en los momentos de crecimiento económico, el doble que en la UE, y se destruye con más rapidez e intensidad en etapas de crisis: elevada temporalidad y estacionalidad de muchas actividades es en parte la explicación de este fenómeno.

Esta EPA es reflejo de esta caracterización y del mal comportamiento del empleo en todo un año; superar los 4 millones de parados no es un buen dato para nadie y debe llevarnos a trabajar juntos para mejorar esta situación. Tanto el dialogo social como la concertación territorial son esenciales para ello.

Analizando los datos se destacan algunas cuestiones; nuestra cifra de ocupados supera en un millón y medio a los empleados del primer trimestres del año 2004, fiel reflejo del crecimiento económico realizado en esta época. La población activa, con más de 23 millones, supera ampliamente la de anteriores situaciones de recesión y en este año de crisis la hemos incrementado con más de medio millón de personas.

Contrariamente a situaciones anteriores, el empleo femenino mantiene un mejor ritmo frente al masculino, que disminuye el doble. Aumenta la contratación indefinida al tiempo que la temporal disminuye más de un 20% , lo cual confirma que el ajuste del empleo está afectando en mayor media a la temporalidad, de ahí que se rebaje la tase de la misma al 25%. En el ámbito de los sectores, el deterioro del empleo es generalizable, aunque la peor evolución corresponde a la construcción con más de 700.000 empleos destruidos.

Aunque es difícil trasladar optimismo con estos datos, hay motivos para la confianza; porque el Gobierno esta trabajando para invertir esta situación. La propia evolución del Euribor, del IPC o del dato del paro registrado, las políticas de reactivación, el fondo de inversión local, avales ICO, etc, así como el empeño en seguir apostando por el diálogo social, es un camino en el que encontraremos frutos en los próximos meses.

(Publicado en "El Heraldo de Aragón" el 25/04/2009, Pág. 27)


jueves, 16 de abril de 2009

¿Reformas contra los de siempre?

A pesar de la gran disparidad de opiniones que para salir de la crisis emiten los diferentes analista, instituciones y personalidades relevantes del mundo económico, hay un adjetivo común que se repite en todos ellos, confianza, sólo recuperándola podremos superarla, reactivar el consumo y mejorar la demanda que tanta falta nos hace. Sin embargo, hoy la gente vive angustiada, más que por su situación personal, por el cuadro que sucesivamente le pintan los empresarios, los medios de comunicación, las instituciones y los políticos. Si tan negro está el panorama, será verdad aunque no lo note, piensa cualquier ciudadano.

Y es que cuando aumenta el desempleo de forma tan rápida, las empresas sufren la contracción de los mercados, por retroceso del consumo y la limitación de los bancos en la financiación de inversiones, o líneas de crédito a la CEOE no se le ocurre otra iniciativa para generar confianza que lanzar un programa de medidas, desmedido, nuevo contrato de crisis con menos coste de despido y sin amparo jurídico, desaparición de la autoridad laboral en la autorización de los Expedientes de Regulación de Empleo --ERE-- (art. 51 del Estatuto de los Trabajadores), rebajar la cotización empresarial a la Seguridad Social entre 2 y 3 puntos, modificar la negociación colectiva generalizando las cláusulas de descuelgue, regular las agencias de colocación privadas y generalizar el ámbito de actuación de las empresas de trabajo temporal (ETT) en todos los sectores, etc.

Propuestas que están fuera de lugar y contradicen la caracterización de la crisis como financiera que vivimos y los orígenes de la misma. Da la impresión que pretenden sacar "tajada" del momento, haciendo pagar la situación a quienes no la han provocado, los trabajadores. Que ya la están pagando por partida triple, con el aumento del paro, la reducción de ingresos provenientes de sus ahorros y fondos de pensiones, o las derivadas de sus aportaciones como contribuyentes a relanzar la actividad económica. Entre tanto, las proyecciones económicas de las diferentes instituciones son una subasta donde cada una trata de presentar un panorama peor a la anterior.

COMO EJEMPLO tenemos el Banco de España con su última previsión e económica 2009-2010, el informe Funcas de la Confederación de Cajas de Ahorro, las previsiones de la OCDE, FMI y otras que sucesivamente van surgiendo. Tengo la impresión de que las empresa financieras alimentan ese clima y se alimentan de él, porque en un mundo como éste en el que muchas de ellas tienen algún agujero en sus fondos y dificultades para acceder al interbancario, los efectos de la alarma social pueden rentabilizarse para sus intereses, justificando así la restricción de créditos a las empresas, la elevación de sus comisiones y el aumento de los intereses a cuenta de la situación general de la crisis en que estamos.

Por otro lado reciben ayudas, avales, préstamos del Estado, mientras se liberan de créditos con algún riesgo, a pesar de que apenas hace un año, buscaban a esos mismos clientes para aumentar sus cuentas de resultados. Todo con la comprensión de los ciudadanos a los que acoquinan con sus informes periódicos. Lo mismo ocurre con los políticos de la oposición que ven en la crisis y su gravedad, la mejor coyuntura para desgastar al gobierno. El rostro del portavoz de economía de los populares Cristóbal Montoro cuando acusa al gobierno de ser causante de ésta situación, no refleja preocupación sino cierta complacencia por los males que denuncia y por los terroríficos pronósticos que vaticina. Por eso resulta muy difícil recuperar la confianza, aún de aquellos que ahora por el abaratamiento de precios mejoraron su capacidad de compra. Seguro que con estos mensajes será una tarea de titanes.

(Publicado en El Periódico de Aragón, el 16/04/2009)

viernes, 10 de abril de 2009

BUSCANDO UNA DERROTA

Desde hace meses, sobre todo en estas últimas semanas, los debates en el Congreso de los Diputados se valoran más por el resultado de la votación que por el contenido de los mismos; la aritmética parlamentaria ha sustituido a la política. Sin duda porque vende más una derrota del gobierno con la consiguiente soledad del mismo que analizar las causa de esta situación y el papel que juegan las diferentes fuerzas políticas. Es cierto que desde el uno de marzo resulta complicado no perder votaciones, los portavoces hacemos verdaderos encajes de bolillos y continuadas muestras de humildad para negociar y transaccionar enmiendas todos los martes, por eso no ha podido mostrar la derecha y los partidos nacionalistas ese voto de castigo tan esperado por muchos.

PERO SI HACEMOS un análisis retrospectivo ,podemos comprobar que desde hace un año, en esta nueva legislatura, los acuerdos en presupuestos y nuevos proyectos legislativos han salido adelante fundamentalmente con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco, que necesitado de garantizarse la gobernabilidad en Euskadi, ha cambiado el apoyo en Madrid con la reciprocidad allí.

Los resultados electorales con la posibilidad de cambios de gobierno en el País Vasco trastocan la aritmética parlamentaria y se abren dos opciones. Asegurar una mayoría en Madrid cediendo el gobierno a los nacionalistas, que supone tranquilidad, sosiego y comodidad parlamentaria o ser coherentes y apostar porque el Lendakari sea un socialista, Patxi Lopez

La primera opción tiene un enorme atractivo, porque da estabilidad parlamentaria, solidez al gobierno y confianza al país: es la alternativa más posibilista, muy asumida por numerosos cuadros y afiliados socialistas, que ven con preocupación la salida de los nacionalistas del poder y los efectos colaterales que origina.La segunda viene avalada por los resultados electorales del pasado 1 de marzo que permiten desplazar al PNV del poder tras décadas gobernando; eso supone culminar la derrota de los dos intentos del proyecto soberanista de Ibarretxe; algo que defienden numerosas fuerzas políticas y de forma entusiasta el PP. Desarrollar un proyecto político en ese territorio basado en profundizar el Estatuto de Guernica, es una cuestión de Estado, una opción que desborda los límites del País Vasco y repercute en toda España .Esa es la opción del socialismo vasco y ahí cuenta con el apoyo del Gobierno y de los socialistas de todo el país.

Lo paradójico es que la derecha conservadora centralista, utiliza impúdicamente la nueva coyuntura para sumar todo tipo de alianzas con los nacionalistas, para buscar la derrota parlamentaria. Sin autocrítica, sin explicación alguna, aquellos que eran demonizados constantemente por sus posiciones reformadoras de los estatutos de autonomía, por avalar la búsqueda de paz en Euskadi, por reivindicar transferencias, apoyar leyes de interés territorial ó de memoria histórica, han pasado a ser fieles aliados en la búsqueda de la derrota parlamentaria de los martes. Con estas actuaciones, los populares están demostrando que desarrollar un proyecto político, integrador ,autonomista y respetuoso con todos los ciudadanos, beneficioso para la paz y la integridad territorial de España, es secundario frente al asalto al poder que la derecha precisa para resolver sus problemas internos... Y de nuevo volver a empezar.

¿Cuánto tardará Mariano Rajoy en decir que habla catalán en la intimidad? Seguramente el mismo que necesita para apalancar con PNV y CIU una derrota que les permita ofrecer como trofeo la debilidad parlamentaria del Gobierno .Todo mientras el PSOE teje en Euskadi el desmantelamiento del plan Ibarretxe. Entretanto, la izquierda del PSOE juega a una especie de esquizofrenia justiciera en doble dirección, por un lado hace valer sus votos en la aritmética diaria con posturas maximalistas y agravios múltiples y por otro lado coincidiendo la mayor parte de las veces con la estrategia de los populares de sumar votos para no se sabe muy bien qué.

EL RECIENTE debate sobre el Decreto Ley 2/2009 de medidas contra el paro aprobado el pasado jueves 26 de marzo, es una buena prueba de ello ; los sindicatos, sin ser forofos del mismo, les hicieron saber que la tramitación por proyecto de Ley supondría un previsible empeoramiento, dada la correlación de fuerzas en el Parlamento, además del posible cuestionamiento del diálogo social; hacerlo como Decreto limita los efectos más controvertidos garantizando medidas muy necesarias para los trabajadores afectados por los EREs y para la cobertura de desempleo; pues bien, en base a argumentos "peregrinos" y con una gran dosis de seguidismo se suman al bloque dominante, votando su no convalidación junto al PP y una tramitación por ley que se avecina un calvario.

(Publicado en El Periódico de Aragón, el 05/04/2009)