Los datos del paro son tan abultados que resulta difícil hacer una valoración objetiva del mismo ; voy a intentarlo a sabiendas de que el subconsciente es muy traicionero.
Que es el primer problema del país lo dicen las encuestas y la mayoría de ciudadanos. Que la crisis económica tiene en España la imagen del paro también, ahora bien el haber pasado en dos años de tener pleno empleo a incrementarse en dos millones, merece algunas reflexiones .
En 2007 con apenas el 8% de desempleo y un potente crecimiento económico, creábamos la cuarta parte del trabajo de la U.E., ocupábamos a cuatro millones de inmigrantes , las mujeres se incorporaban al mundo del trabajo como nunca, su tasa de ocupación se acercaba a la media europea , superábamos los 23 millones de población activa…..y teníamos 1.800.000 parados.
Siendo esto así ¿cómo hemos llegado al 18%?. La propia estructura de nuestro mercado de trabajo puede dar alguna explicación, tenemos un paro estructural , derivado de la existencia de sectores con abundante mano de obra y actividad estacional como el turismo, la construcción, la agroalimentación o la recolección agrícola; con contrataciones que rotan empleo y prestación de desempleo en base al contrato fijo discontinuo que afecta a mas de millón y medio de trabajadores.
Pero además de esos sectores , tenemos el mercado de trabajo más flexible de Europa, con una temporalidad rondando el 28% que permite expulsar del empleo , sin apenas coste , al menor síntoma de pérdidas ó atisbo de crisis. Situación que se asemeja ya entre los trabajadores fijos , la reforma que impuso el PP a través de la Ley 45/2002 facilita y abarata el despido con la supresión del salario de tramitación y la indefensión jurídica que conlleva: tanto es así que de la totalidad de despidos realizados en agosto, el 80% son con arreglo a esta Ley.
De lo que puede deducirse que tenemos un empleo frágil, muy usado por los empresarios para ajustar costes y con abundante mano de obra y escaso valor añadido.
Pero eso no es nuevo, la novedad está en la rapidez con que se destruye empleo y la extensión a todos los sectores, no hay un núcleo resistente, todos los sectores están afectados, la construcción , el sector servicios y aunque en menor medida también la industria. Todo esto nos hace reflexionar de lo importante que es modificar el actual sistema productivo, solo así se podrá cambiar el marco de relaciones laborales actuales; buscando plantillas más establesmejor cualificadas , donde la formación tenga un valor añadido y la productividad y competitividad de las empresas, no esté basada en la excesiva jornada ( somos el quinto país con más horas media año de la U.E.-15) y los bajos salarios ( somos el treceavo país en salario medio de la UE-15 solo por delante de Polonia y Portugal).
Los ajustes legislativos que deben acelerar estos cambios suponen además de un nuevo marco legislativo , reformas en sectores importantes como la formación profesional reglada, ocupacional y continua, en su vinculación a las prácticas de empresa y en su adecuación a las demandas de las mismas. Al igual que es necesario diseñar el mapa energético del futuro y el impulso de las energías renovables compatibles con unos costes competitivos para las empresas y hogares.
Poner como centro de la actividad productiva el trabajo y la competitividad del mismo, supone un cambio en la concepción empresarial y a la postre en las relaciones laborales del futuro que debe redundar en un empleo estable y de calidad.
Que es el primer problema del país lo dicen las encuestas y la mayoría de ciudadanos. Que la crisis económica tiene en España la imagen del paro también, ahora bien el haber pasado en dos años de tener pleno empleo a incrementarse en dos millones, merece algunas reflexiones .
En 2007 con apenas el 8% de desempleo y un potente crecimiento económico, creábamos la cuarta parte del trabajo de la U.E., ocupábamos a cuatro millones de inmigrantes , las mujeres se incorporaban al mundo del trabajo como nunca, su tasa de ocupación se acercaba a la media europea , superábamos los 23 millones de población activa…..y teníamos 1.800.000 parados.
Siendo esto así ¿cómo hemos llegado al 18%?. La propia estructura de nuestro mercado de trabajo puede dar alguna explicación, tenemos un paro estructural , derivado de la existencia de sectores con abundante mano de obra y actividad estacional como el turismo, la construcción, la agroalimentación o la recolección agrícola; con contrataciones que rotan empleo y prestación de desempleo en base al contrato fijo discontinuo que afecta a mas de millón y medio de trabajadores.
Pero además de esos sectores , tenemos el mercado de trabajo más flexible de Europa, con una temporalidad rondando el 28% que permite expulsar del empleo , sin apenas coste , al menor síntoma de pérdidas ó atisbo de crisis. Situación que se asemeja ya entre los trabajadores fijos , la reforma que impuso el PP a través de la Ley 45/2002 facilita y abarata el despido con la supresión del salario de tramitación y la indefensión jurídica que conlleva: tanto es así que de la totalidad de despidos realizados en agosto, el 80% son con arreglo a esta Ley.
De lo que puede deducirse que tenemos un empleo frágil, muy usado por los empresarios para ajustar costes y con abundante mano de obra y escaso valor añadido.
Pero eso no es nuevo, la novedad está en la rapidez con que se destruye empleo y la extensión a todos los sectores, no hay un núcleo resistente, todos los sectores están afectados, la construcción , el sector servicios y aunque en menor medida también la industria. Todo esto nos hace reflexionar de lo importante que es modificar el actual sistema productivo, solo así se podrá cambiar el marco de relaciones laborales actuales; buscando plantillas más establesmejor cualificadas , donde la formación tenga un valor añadido y la productividad y competitividad de las empresas, no esté basada en la excesiva jornada ( somos el quinto país con más horas media año de la U.E.-15) y los bajos salarios ( somos el treceavo país en salario medio de la UE-15 solo por delante de Polonia y Portugal).
Los ajustes legislativos que deben acelerar estos cambios suponen además de un nuevo marco legislativo , reformas en sectores importantes como la formación profesional reglada, ocupacional y continua, en su vinculación a las prácticas de empresa y en su adecuación a las demandas de las mismas. Al igual que es necesario diseñar el mapa energético del futuro y el impulso de las energías renovables compatibles con unos costes competitivos para las empresas y hogares.
Poner como centro de la actividad productiva el trabajo y la competitividad del mismo, supone un cambio en la concepción empresarial y a la postre en las relaciones laborales del futuro que debe redundar en un empleo estable y de calidad.
Publicado en el suplemento "Economía y Negocios" del Heraldo de Aragón 25-10-2009